Fundas dentales: qué son y para qué se usan
Las fundas dentales o coronas recubren el diente para proteger, reforzar un diente debilitado por falta de tejido dental. La debilidad de una pieza dental se produce por haber realizado sobre el diente una endodoncia, que desvitaliza el diente, hace que la dentina se vaya deshidratando y termine convirtiéndose en un tejido frágil. La consecuencia es que es más susceptible a que se fracture la parte del diente que quedaba. El mayor problema es cuando se produce una fractura vertical, es decir, que llega hasta raíz y que podrá llevar a la extracción del diente. Por ello, en estos casos habitualmente se recomienda la colocación de una funda.
Colocación de fundas dentales
Se trata de un tratamiento sencillo e indoloro. El dentista reduce un poco el tamaño del diente para que entre el material del que está compuesta la funda. El diente ha de quedar más o menos en forma troncocónica para que la funda entre de manera correcta y con una reducción en la cara de masticación del diente para que la corona no impida comer.
Una vez preparadas, las funda dentales son probadas para comprobar el ajuste a la encía, el ajuste interdental para que no entre comida y también el contacto con la antagonista; y se cementan para que queden pegadas al diente tallado.
Tipos de fundas dentales
- De resina: se elgien como fundas provisionales mientas se preparan las fundas definitivas.
- De metal cerámica. Se usa en fundas definitivas. Tienen una estructura interna metálica que le da resistencia y tiene una cobertura de cerámica que le da la estética dental a la funda. Son muy usadas en sector de molares por su resistencia. El metal no se ve pues queda debajo de la cerámica, pero como inconveniente es que pasados unos años, en ocasiones, se observa un margen oscurecido a lo largo de la encía.
- Zirconio: no iguala la resistencia del metal cerámica, pero al no llevar metal es una opción interesante para los dientes que necesitan más estética, como es el caso del sector anterior.
- Disilicato de litio: material más moderno y más usado habitualmente en carillas, aunque a pesar de esto también se pueden hacer fundas principalmente en sector anterior. Tienen la ventaja de tener menos grosor y por ello la ventaja de tener que hacer menor preparación sobre el diente. También tienen buenas propiedades en lo que respecta a la resistencia.
En conclusión, las fundas dentales son una buena solución para problemas estéticos, además de para proteger los dientes debilitados. No deben confundirse con las carillas estéticas, ya que estas últimas solo se colocan en la parte frontal.